domingo, 21 de septiembre de 2014

como una metáfora de objetos perdidos



desde fuera o desde dentro o desde ninguna parte, entre una sombra y otra, la farola, en silencio se come la realidad de unos inútiles reflejos opacados carentes de sentido. Con lentitud las palabras, mudas, dejaron paso al silencio y una pesada melancolía vino a ocupar el espacio de una manera pausada, sin ruído.

Ya, la única esperanza que queda es descubrir el leve, lejano murmullo que la hace temblar aún, saber que donde hoy el silencio cubre de hielo ayer la palabra caldeó con fuego. Secretos que un día iluminaron sus sueños hoy lo hacen de sus insomnios como una sombra invisible que la hieren en lo más hondo vivificándola cuánto más la mortifican.

Ya no hay ramas, ni pájaros, ni ventanas, ni palabras. Todo devino en sombra de viento. Nada.

                                                                                                                                                  -pgtn-

violinista

.


Sinfonía de viejas notas,
con dulzura, la princesita arranca.
Dormitan sentimientos en la caja
que los duendes de tus dedos entresacan
con la ayuda del arco y el mentor,
desde tu alma.
                                     -pgtn-


... arrancando notas a su viejo violín, esperando el cobre con el que llenar la bolsa, acaso lo único que persiga sea fundirse en las vetustas piedras, mimetizar su cuerpo así como ya su vida se halla confundida, casi perdida en el recuerdo.  -pgtn-

el emigrante

.

.
y un mimetismo anclado en el presente, vagabundo portador de maletas repletas de sueños, esperanzas y miserias.







Mandalay Rudyard Kipling

SERÁS HOMBRE, HIJO MÍO.

Si guardas en tu puesto, la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca, las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas,
Si no buscas mas odio, que el odio que te tengan...
Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres,
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropiezas el triunfo, si llega tu derrota,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofismo del orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre, a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,
aun después de su fuga, de tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo cuando no quede nada,
porque tu lo deseas y lo quieres, y mandas.
Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llegue a hacerte la herida,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.
Si llenas un minuto envidiable y cierto,
de sesenta segundos que te lleven al cielo....
Todo lo de esta tierra, será de tu dominio,
y mucho mas aún,
serás hombre, hijo mío.


   -Mandalay Rudyard Kipling-



lunes, 1 de septiembre de 2014

detente sombra- Sor Juana Inés de la Cruz

Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
    -Sor Juana Inés de la Cruz- 



sábado, 31 de mayo de 2014

(Leopoldo Chariarse).


Como huyen las semanas, así vas alejándote al olvido, a los valles abiertos, cual un sueño hacia la eterna capa letal de grises días. Contigo van las secas veredas del otoño y los vientos de entonces, en calma te frecuentan. Sabiamente, la tierra se despoja de tus pasos; como en altos ramajes el canto se ha extinguido y tibio es el sosiego en las grutas al cesar todo rumor. De cuanto aquí trajiste, todo te has llevado; tuyo el bosque, sus frutos nunca abiertos y los que sin haber madurado se secaron. Tuyo el tiempo, la delicia fugaz, la flor eterna de un día; del instante que desde antiguos años el verso ha repetido. Tuyo el tiempo, tuyo el vasto paisaje de una noche tendida hacia otro cielo, hacia otro amanecer


(Leopoldo Chariarse).

sábado, 21 de septiembre de 2013

La vida




La vida, es como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos...

Cortazar