(puente sobre el Alberche)
Puentes que planean sobre encrucijadas que fueron fragmentos de historia, incólumes en el tiempo.
Rutas que se unen en su centro, estados que buscan la armonía para partir de nuevo tras el pago de onerosos peajes o acudiendo a la generosidad del vigilante de turno, monopolio de alcábalas. Puentes que fueron vía de encuentro y servicios, que regulaban entradas y salidas; puentes que acercaban vidas e incluso las destrozaban; puentes que hacían historia,......
¿qué fue de sus anónimos constructores?
¿qué de sus trabajos y sudores; de sus pleitos y sus riesgos?
¿dónde fueron las caricias de las ruedas y los cascos?
¿dónde los esfuerzos que transformaron mundos?
Sobre sus ojos, miradas de otros ojos desgastadas en su piedra.
Hoy, desprovistos de miradas expectantes y asombradas, de pasos y ruidos...solos, en una agonía intemporal, sojuzgados.
Días y noches, dolor y tierra, deseos y fiesta...pasos pulidos sobre su piedra; agua seca, cielo ausente; tan solo, cúmulos adormecidos de viento van y vienen.